Oslo (Reuters) . Los líderes mundiales evaluarán la próxima semana una meta para detener la extinción de animales y plantas para el 2020, a la que muchos expertos califican de ambiciones imposibles debido a amenazas como el cambio climático y la pérdida de hábitats.
"La pérdida de biodiversidad se está acelerando", dijo Anne Larigauderie, directora ejecutiva del programa Diversitas, basado en París, que agrupa a científicos internacionales y reconoce que el objetivo propuesto en un plan borrador de la ONU es inalcanzable para el 2020.
El 22 de setiembre, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, las naciones discutirán cómo proteger la diversidad animal y vegetal, que es vital para la obtención de alimentos y agua limpia, después de fracasar en una meta fijada en el 2002 para "reducir significativamente" las pérdidas antes del 2010.
El mundo logró algunos avances desde ese momento, como la expansión de las áreas protegidas para la fauna salvaje.
Pero estudios de la ONU dicen que las tasas de extinción son hasta 1.000 veces mayores que aquellas inferidas de los registros fósiles en la peor crisis desde que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años.
Larigauderie señaló que los científicos habían sido marginados de la definición de nuevos objetivos. "Hasta que no tengamos un proceso organizado, vamos a tener este tipo de objetivos tranquilizadores que vamos a volver a incumplir", dijo acerca de la propuesta de detener las extinciones en la próxima década.
Achim Steiner, jefe del Programa de Medio Ambiente de la ONU, sostuvo que "nuestro objetivo tiene que ser detener la pérdida de biodiversidad".
La creciente población humana, expandida en las ciudades, la población y elcalentamiento global están agravando problemas que dañan la naturaleza y servicios vitales que van desde la polinización de los insectos hasta las barreras de corales, donde crecen los peces.
El grupo ambientalista Greenpeace dijo que el mundo debe fijar los objetivos más estrictos posibles para el 2020.
"Estamos a favor de detener la pérdida de biodiversidad para el 2020", indicó Nathalie Rey, de Greenpeace.
"Estamos en una encrucijada en la que no hay un punto de retorno. Hay que seguir siendo ambicioso", agregó.
Un estudio de la ONU este año indicó que el mundo está ante el riesgo de sufrir pérdidas irreversibles, como la extinción de la selva amazónica, una acumulación de fertilizantes que generan zonas muertas en los océanos o la acidificación de los mares ligada al cambio climático.
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