Mientras la más antigua refleja los bosques de Rondonia en buen estado, la segunda revela las mutilaciones que ha sufrido la Amazonía en esta región, principalmente para construir carreteras o para destinar más tierras a la agricultura.
Un estudio detallado de las imágenes del satélite Landsat, realizado por Tucker y David Skole de la Universidad Estatal de Michigan, encontró que la tasa de deforestación en el Amazonas fue más baja de lo que se había pensado, pero el impacto en la biodiversidad fue mucho mayor por la fragmentación del hábitat.
Skole y Tucker también hallaron que entre 1980 y 1992 más de 3.000 kilómetros cuadrados de bosques se perdían cada año en Rondonia. El comienzo de las pérdidas coincidió con una decisión tomada en 1979 por el Programa de Integración Nacional de Brasil de construir carreteras en el bosque y ofrecer tierras a bajos precios para la agricultura.
Ya en décadas recientes, el centro de la deforestación en Brasil se ha desplazado a los estados de Mato Grosso y Pará, donde grandes extensiones de tierra están siendo taladas para la agricultura mecanizada, más que para pequeñas plantaciones.
Aun así, la tasa de deforestación de Brasil ha disminuido, gracias a los esfuerzos cada vez más rigurosos contra la tala ilegal de árboles.
Publicar un comentario