Una noticia como para tomar en cuenta. El Servicio internacional para la adquisición de aplicaciones agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés) publicó un informe acerca de los cultivos transgénicos en el planeta. La conclusión: está en aumento, subió 8% en relación del 2010 y 2011. ¿Eso sería bueno? Antes de revisar los números, tengamos en cuenta que este organismo ha sido fundado por empresas que venden semillas modificadas genéticamente y agroquímicos.
En esta parte del planeta, este tipo de agricultura ha tenido mucho apoyo de Brasil y Argentina. Los dos países con más cultivos transgénicos en el mundo tan solo detrás de los Estados Unidos que cuenta con 69 millones de hectáreas sembradas.
Las semillas transgénicas tienen un alto rendimiento. Son tratadas con agroquímicos que son distribuidos por las mismas empresas que venden las semillas. Súmele a eso que las plantas no dan semillas como las orgánicas. Los productores deben volver a comprar a las mismas empresas. En el Perú hay defensores y detractores. Los detractores afirman que con los transgénicos se beneficia a estas pocas empresas comercializadoras y se destruye el suelo no haciendo apta para otros cultivos. Los defensores dicen que estas semillas garantizan un buen cultivo. El presidente Ollanta Humala promulgó una ley libre de transgénicos por los siguientes diez años.
Brasil y Argentina recibieron estos cultivos abiertamente. México, Bolivia e inclusive Perú no han sido tan receptivos. En México lo rechazan porque no quieren perder las más de 60 especies nativas de maíz, y en Bolivia se lanzó una Ley de seguridad alimenticia, que incluye la conservación de semillas nativas.
Hay organizaciones ambientalistas que no confían en estos números. No creen que los transgénicos tengan tanta aceptación. ¿En el Perú deberíamos aceptarlos?
Publicar un comentario