Este último verano, el hielo flotante del Ártico ha disminuido considerablemente. Según los mapas publicados el 8 de setiembre por los climatólogos de la Universidad de Bremen, ahora solo cubre 4,24 millones de kilómetros. Sin embargo, eso podría reducirse más, pues el periodo de deshielo aún no ha terminado.
En las últimas décadas los científicos han observado un continuo descenso de la extensión del hielo, que se aprecia especialmente en el mínimo anual de setiembre. Desde 1972, además, se ha duplicado la velocidad de deshielo durante el verano y la extensión se ha reducido un 10% por década hasta llegar a la de 2011, informó elmundo.es.
El gran centro de referencia mundial en el estudio de hielos, la National Snow and Ice Data Center de los Estados Unidos, aún no ha emitido su informe de setiembre, pero se espera que los resultados sean similares a los de la Universidad de Bremen.
OCÉANO NAVEGABLE
Cabe resaltar que, durante el verano del 2011, grandes barcos de carga han podido navegar, por tercera vez, por dos pasos cerrados al hombre durante siglos: el Noroeste (al norte de Canadá) y el Noreste (al norte de Siberia).
Tal situación ha despertado el interés de algunos grupos de llevar una explotación comercial al Ártico, lo que ha generado una disputa diplomática entre los países con intereses en el área.
SIN HIELO
En el Ártico, las temperaturas aumentan el doble que en el resto del planeta y, por tal, el hielo se está descongelando con más rapidez y los científicos pronostican que dentro de 30 años el océano Ártico no tendrá hielo, cuando las peores predicciones del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU daban como fecha el año 2100.
Según los fósiles, la última vez que el Ártico se quedó sin hielo fue el verano de hace 125 mil años, cuando la civilización humana no existía pues el Homo sapiens no había salido de África. Los expertos de Bremen señalaron que el creciente deshielo es fruto de la acción humana y de la emisión de gases del efecto invernadero que calientan la atmósfera.
"El deshielo afecta a las algas y los pequeños animales que forman la cadena alimenticia de la que dependen los peces, los mamíferos y el propio hombre. El Ártico tiene un papel fundamental en la regulación del clima de la Tierra, como si fuera una especie de termostato planetario", explicó el grupo de trabajo de la Universidad de Bremen, dirigido por Georg Heygster.
Al final, dijeron que los cambios que en él acontecen influyen sobre las corrientes oceánicas y atmosféricas de todo el globo y pueden generar alteraciones en cadena en todo el planeta.