(Agencias). Dos estudios científicos obtuvieron una cifra concreta de la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) que la cubierta vegetal captura anualmente y consiguieron establecer qué zonas de la Tierra absorben más de este gas, así como cuáles son más sensibles al cambio climático .
Uno de estas investigaciones, a cargo de Christian Beer y sus colegas del Instituto Max Planck de Alemania, determinó que la vegetación del planeta retira de la atmósfera terrestre cerca de 123 mil millones de toneladas métricas de CO2 al año.
Según este estudio, las selvas tropicales y las sabanas serían las dos zonas que más dióxido absorben, con una representación de 34% y 26%, respectivamente.
Los datos de las dos investigaciones se obtuvieron durante más de 10 años en 250 estaciones científicas alrededor del planeta. La iniciativa se llama FLUXNET, y ahí científicos del mundo entero comparten información sobre el intercambio de CO2 entre los ecosistemas y la atmósfera.
SENSIBLE EN TODAS PARTES
La otra investigación, realizada también por el mismo instituto alemán, descubrió que todas las zonas del planeta reaccionan de manera similar, según informó lacadena BBC .
El autor principal del estudio, Miguel Mahecha, explicó que esto sorprendió a todo el equipo, pues se creía que, dadas ciertas condiciones, los ecosistemas podían resistir más o menos los cambios de temperatura.
"Pensábamos que, por ejemplo, los ecosistemas del norte, como Siberia, iban a reaccionar de forma mucho más sensible a los cambios de temperatura que los sistemas tropicales, que están adaptados a temperaturas muy altas. Pero no es así", señaló el experto.
El grupo concluyó que mientras más se calienta el planeta, los ecosistemas emiten más CO2. Esto, a su vez, hace que aumente la temperatura de la Tierra.
Mahecha precisó a la BBC que "lo que sucede es que se acelera el proceso de calentamiento global, aunque un poco menos de lo que la literatura científica estimaba".
DISPONIBILIDAD DE AGUA
El equipo de Mahecha también concluyó que uno de los factores más importantes que afecta la respiración de los ecosistemas es la disponibilidad de agua con la que cuentan.
"La distribución espacial de las lluvias influye mucho en la capacidad de absorción", afirma Mahecha, quien resalta por sobre todo que este estudio es el primero que cuenta con datos concretos acerca de cómo respira nuestro planeta.
"Estas cifras están basadas en datos reales y, por lo tanto, servirán para mejorar los modelos que permiten hacer estimaciones sobre el cambio climático", destacó el científico.